Según el artículo de la BBC Will a robot take my job? (¿Me quitará el trabajo un robot?), son más susceptibles de automatización aquellos empleos que no requieran creatividad y no son procesos automáticos y/o repetitivos. Por el contrario, el trabajo de camareros y camareras tiene un porcentaje alto de automatización, por lo que habrá partes de su trabajo que podrán ser sustituidos por robots.

No obstante, uno de los factores más difíciles de automatizar según el mismo artículo, es la facultad de ayudar o asistir a otras personas, lo que viene siendo las relaciones humanas que en muchos casos es lo que nos hace ir a un restaurante o a otro, no sólo la comida.

Es decir, en un restaurante lo que es sustituible es la comunicación con la cocina y el transporte de platos y utensilios. Los pedidos y comandas llevan mucho tiempo automatizados entre nosotros, pero se está empezando a implementar los robots camareros como Bellabot. Sin embargo, las diversas funciones de camareros y camareras tienen que ver también con hacer sentirse cuidado, bienvenido y la atención al cliente cuyas tareas que rara vez podrá reproducir un robot de la misma manera.

¿Corre peligro el puesto de camarero en hostelería?

De acuerdo al mismo estudio el trabajo de los y las chefs también es automatizable, pero en menor medida. ¿Corre peligro el crear platos? Hacerlos sí, pero crearlos e innovar seguro que no. Hoy en día alrededor más de 1,7 millones de profesionales se dedican a la hostelería en España por lo que si seguimos automatizando procesos, ¿cuál es el futuro de esos profesionales?

Muchos hosteleros y trabajadores están en contra de este progreso y de estos avances en robótica, porque si bien dan trabajo en industrias de programación informática e ingeniería, los reducirán en hostelería. Ahora entra en juego la polémica de la falta de humanización, artesanía y experiencia gastronómica. La atención cercana y personal es un factor que muchos valoramos a la hora de ir a un lugar a comer o cenar.

La rentabilidad de esos robots puede ir en detrimento de la satisfacción de los clientes. Podemos concluir que la robotización en cocina y sala ya es una realidad, pero tiene sus límites los cuales es muy poco probable que se puedan sustituir por robots.

Queda aún un largo camino hasta que los robots puedan reproducir el verdadero trabajo de los profesionales de la hostelería, por lo que los puestos de trabajo en su inmensa mayoría, siguen a salvo.